Hola, Hoy te traigo una anécdota para explicarte el título de esta newsletter. Mi consejo es que cada vez que expliques tu emprendimiento, aunque sea a alguien que sabes que no te va a comprar, transmitas esa ilusión que pones en lo que estás creando. Un día, volvíamos de Toledo unas amigas y yo, y en el tren una de ellas me preguntó cómo me iba todo con mi negocio. ¡No hay pregunta que me guste más para empezar a hablar de mis cosas! Me faltaron segundos para enseñarle la nueva web creada, probar si se entendía el mensaje que quería transmitir, si le gustaba la imagen…. (alguien me comentó hace poco sobre qué podría fallar para que no encontrara clientes. La comunicación podría ser una de ellas – por eso una de nuestras video charlas se basa exclusivamente en ello). Mis amigas ya saben que serán las primeras en testear todas las ideas que tengo. Confío plenamente en ellas y en su opinión como alguien que no está dentro del sector de la asistencia virtual, para comentarme qué es lo que ven bien y mal. A todo esto, después de haber soltado todo mi discurso, el chico de al lado de mi amiga, se pone a hablar con nosotras, y preguntarme más sobre todo lo que yo hacía. Resulta que tenía una agencia de marketing e igual podían necesitar una figura de una AV para ayudarles en varias cosillas. Y aquí viene la moraleja de toda la anécdota. Igual, de una charla amena con tu amiga, informal y tranquila, donde solo informas sobre lo que haces y la transmites toda la pasión que estás poniendo en el asador, puede surgir inesperadamente un cliente. Porque te ha visto con una energía distinta, sin pretender vender nada, solo transmitiendo todo el esfuerzo que has puesto en crear tu propio negocio y seguramente el que pongas en cada uno de los negocios de tus clientes. ¿Y a ti? ¿Te han surgido clientes en situaciones tan inesperadas como ésta? PD: No te olvides que lanzamos curso en las próximas semanas. Habrá tutorías semanales con todas las alumnas para que podamos ver todas por dónde vais, las dudas que tenéis y cómo escapar de ellas. Y no solo te responderemos nosotras, también el resto de alumnas, porque están en tu mismo lugar y ellas mismas pueden haber pasado también por ahí. |